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lunes, 9 de enero de 2012

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El liderazgo al estilo de los jesuitas - Rubén Aguilar

Publicado en Animal Político
6 de enero de 2012
Fuente: http://bit.ly/yPPPFf

Chris Lowney
Grupo Editorial Norma
Colombia, 2005
pp. 354

El libro está dividido en dos grandes partes. En la primera establece el modelo teórico de liderazgo diseñado e implementado por los jesuitas. En la segunda se acerca a esa implementación a partir del desarrollo histórico de la Compañía de Jesús y de relatar la vida de algunos jesuitas paradigmáticos que vivieron a plenitud su liderazgo.


 A) Los fundamentos del liderazgo: 

 De acuerdo al autor el liderazgo creado por los jesuitas desde su fundación, hace 450 años, se basa en cuatro principios, que fundamenta a partir de documentos, de prácticas, y del estilo de formación de los jesuitas. Estos son:

 1) Conocimiento de sí mismo: Saber reconocer muy bien cuáles son las fortalezas, debilidades y valores de uno mismo. Tener un claro conocimiento del mundo y hacia dónde se quiere ir. Las técnicas jesuitas de autoconocimiento (Oración, Ejercicios, Examen…), permiten acomodarse al cambio porque infunden el hábito del continuo aprendizaje y de la valoración diaria de la acción.

 2) Ingenio: Siempre innovar y al mismo tiempo adaptarse a las circunstancias de un mundo cambiante. Explorar nuevas posibilidades e ideas. Aprender de las otras culturas y darles su valor. No estar a la defensiva. Fundarse en lo que se cree, que no es negociable, pero saber ser indiferentes. Eso permite siempre adaptarse sin tener miedo.

 3) Amor: Querer a los demás y tratarlos a partir de esa realidad. Siempre mantener una actitud positiva. Ganar a la gente por el amor y no el temor. Los líderes tienen confianza en sí mismos y la proyectan a los demás. Saben sus posibilidades y sus límites, reconocen e impulsan los que tienen los otros, respetan su libertad e iniciativa, crean ambientes de creatividad y también de lealtad, afecto, colaboración y apoyo mutuo.

 4) Heroísmo: Despertar en uno mismo, y en los demás, grandes deseos. Fortalecerse a sí mismo, y en los demás, aspiraciones heroicas. Los líderes imaginan grandes futuros e impulsan a alcanzarlos. No esperan el futuro sino que lo construyen. Los líderes sacan provecho de lo que tienen, en lugar de esperar que las cosas se acomoden.

 De otra manera se podría plantear, como lo propone el autor, que en la formación de los jesuitas como líderes está siempre presente:
 a) Conocer y entender sus fortalezas, sus debilidades, sus valores y tener una visión de mundo.
b) Innovar confiadamente y adaptarse a un mundo cambiante.
c) Tratar al prójimo con amor y con una actitud positiva.
d) Fortalecerse a sí mismos y a los demás con aspiraciones heróicas.

 Los jesuitas, sostiene el autor, forman a sus miembros en la conciencia de que para ser líderes y dirigir a los demás, hay primero que aprender a dirigirse a uno mismo. En este marco se propone que:

 a) Todos somos líderes y dirigimos todo el tiempo, bien o mal. Sin embargo, el liderazgo lo define no sólo la magnitud de la oportunidad sino también la calidad de la respuesta. Uno no puede controlar las circunstancias, pero sí como responde a ellas.
 b) El liderazgo nace desde adentro. Determina quién soy, así como qué hago. El medio más eficaz de liderazgo con el que cuenta el individuo es el conocimiento de sí mismo. La mayor fortaleza de un líder es su visión personal.
c) El liderazgo no es un acto sino una manera de vivir y un modo de proceder en la vida.
d) Nunca se termina la tarea de hacerme líder. Es un proceso continuo. El ambiente externo evoluciona y las circunstancias personales cambian, lo mismo que las prioridades personales.

 B) Algunos episodios notables de la historia de la Compañía de Jesús, que la hacen distinta a otras instituciones: 

 1) Una compañía sin plan: Se inicia con sólo diez hombres, que tenían como único propósito ayudar a los demás. Era la única claridad. No había un escrito, ni una estrategia o un producto a presentar. Era una estructura de hombres de distintas nacionalidades, origen económico y edades. La diferencia entre el más joven y el mayor era de 24 años. El líder era un hombre de 38 años, para las expectativas de vida del siglo XVI, estaba ya en el ocaso de su vida. No tenía realizaciones relevantes y sí un historial que podría ser considerado problemático (Dificultades con la inquisición, había estado preso, no tenía dinero, padecía de una cojera producto de la guerra …)
 2) Los Ejercicios Espirituales: El único texto con el que contaban era los Ejercicios Espirituales de 30 días redactados por el fundador. Quien los hacía, adquiría conciencia profunda de sí mismo y un método permanente, para siempre seguir haciéndolo. Le permitía también tener una visión del mundo y qué quería hacer con su vida.
 3) Rigurosa selección de sus miembros: El fundador no aceptaba gente en la Compañía de Jesús con excesiva liberalidad. El proceso de selección era muy estricto. Eso, en lugar de reducir las solicitudes, las aumentó y siempre venían de aspirantes muy cualificados.
 4) Movilidad permanente: A diferencia de otras órdenes religiosas que hacían voto de estabilidad y permanecerían en un monasterio, los jesuitas se comprometían a moverse de un lugar a otro. La filosofía de la nueva orden era que “todo el mundo es nuestra casa”.
 5) Una nueva manera de orar: El fundador, San Ignacio de Loyola, revoluciona la manera de orar y relacionarse con Dios. En esa época los religiosos en sus monasterios dedicaban muchas horas del día a la oración. El fundador estableció que los jesuitas sólo dedicaran 15 minutos a esa actividad. Que el tiempo se diera al trabajo con la gente que se quería ayudar y que en éste se hiciera oración.
 6) Crearon 30 universidades en diez años: Ninguno de los fundadores tenía experiencia en la administración de centros de estudio. Los diez jesuitas iniciales tenían arrojo para actuar en el mundo en razón de lo que pensaban debían hacer, para ayudar a los demás. Eso remplazó sus carencias técnicas.
 7) Las Reducciones del Paraguay: Los jesuitas establecen un modelo misional original que implicó la formación de ejércitos, para que los indígenas pudieran resistir y defenderse de los esclavizadores.
 8) La supresión y el volver a empezar: El papa por presión de gobiernos civiles suprimió a la Compañía de Jesús. La supresión duró 40 años. Se reagrupan los sobrevivientes y vuelven a renacer.


 C) Modelos de liderazgo 

 El autor hace un análisis de cómo algunos jesuitas vivieron los cuatro principios del liderazgo. Los que elige no dirigieron gente, pero fueron líderes porque su vida no se amolda a ideas convencionales y plantea interrogantes sobre lo que significa ser líder.

 Benedetto de Goes: El padre Goes tenía como misión buscar una ruta terrestre entre la India y China, y descubrir la gran Catay. Sin embargo, nunca encontró el reino de Catay y tampoco la tan deseada vía corta entre la India y la China. La historia de este jesuita define el liderazgo al mostrar cómo no es necesario lograr un triunfo personal para tener éxito como líder; hay ocasiones en que éste toma la forma de un aporte a los logros del grupo.

 Matteo Ricci: El padre Ricci adoptó la cultura, los valores y las normas de los confucionistas. Como cartógrafo elaboró, para los gobernantes chinos, un mapamundi donde China era el centro y esto permitió que más adelante se dejara entrar a los jesuitas a ese país.

 Christopher Clavius: El padre Clavius trabajó como profesor universitario durante 48 años. Nunca pensó que la astronomía sería la clave del éxito de los jesuitas en la China. Él apoyó a Galileo Galilei para conseguir su primer puesto docente y lo hizo sabiendo que pensaban diferente. Clavius defendía el sistema tolemaico según el cual todo gira alrededor de la Tierra, y Galileo que el centro del sistema planetario era el sol. El padre respaldó los descubrimientos de Galileo a pesar de estar en contra de la Iglesia. Esto es un claro ejemplo de su honradez intelectual y su devoción a la verdad.
Ninguno de estos jesuitas nunca dirigió a más de unas pocas personas, pero supieron dirigirse a sí mismos. A partir de estos tres modelos se pueden deducir algunas cualidades del liderazgo como lo propone al autor:

 a) Los líderes están siempre enseñando y aprendiendo.
 b) Forman hombres y mujeres brillantes y eminentes.
 c) Se vigorizan con la misma ambición de sus metas heroicas.
d) Son innovadores y atacan los problemas de manera que sus antecedentes no imaginaron jamás.
e) Se dedican a la excelencia.
f) Permanecen abiertos a las ideas nuevas aún en la vejez.
g) Honran la verdad sin egoísmo.
h) Influyen en los demás con el ejemplo, sus ideas y sus enseñanzas.

 A medida que el mundo se hace más complejo, queda más claro que sólo quienes tienen una capacidad arraigada de aprendizaje continuo tienen posibilidad de sobrevivir en este cambio.

 D) En este modelo los líderes empresariales se caracterizan por: 

 a) Están siempre enseñando y aprendiendo.
b) Forman hombres y mujeres brillantes.
 c) Se vigorizan con la ambición de sus metas heróicas.
d) Son innovadores y atacan los problemas de manera que nunca antes lo hizo.
e) Se dedican a la excelencia.
 f) Están siempre abiertos a las nuevas ideas.
g) Honran la verdad.
h) No son egoístas.
 i) Influyen en los demás con su ejemplo, ideas y enseñanzas.

 Comentario: Es un libro del que me defendí. Lo compré cuando salió, pero lo dejé a un lado. Me resistía a leerlo. Me imaginaba que era uno más de los muy malos textos de “motivación”. Los prejuicios se vinieron a tierra en cuanto leí el primer capítulo. El autor fue jesuita por ocho años y al salir de la Compañía de Jesús, se incorporó al J.P. Morgan, donde trabajó 17 años en Nueva York, Tokio y Singapur.

 El presidente de Loyola College, Maryland, Harold Ridley, plantea muy bien lo que ofrece el libro y lo que yo mismo pienso: “Lowney reúne una extensa experiencia en la banca internacional, un conocimiento profundo de la espiritualidad e historia de los jesuitas, y un muy buen conocimiento de la literatura reciente sobre liderazgo, lo cual lo lleva a escribir un libro provocador y convincente”.

 En el texto hay una muy buena conjunción de la espiritualidad ignaciana, los instrumentos propios de la formación jesuita, momentos claves de la historia de la Compañía de Jesús, la biografía de jesuitas paradigmáticos. Esta combinación de elementos nunca se pierde y apuntala muy bien el propósito de la obra: señalar cuál es la especificidad del liderazgo de los jesuitas y por qué resulta, después de 450 años, original y sugerente.

 Es un libro inteligente, que se lee con facilidad. En algunos momentos es repetitivo. En muchos pasajes del texto me identifiqué y recordé mi propia experiencia. Los Ejercicios Espirituales del Noviciado dirigidos por el padre Edgardo de la Peza. Es una experiencia que marca y permite con facilidad reconocer a los otros que la han vivido. Pienso que el modelo es útil y sigue vigente.

 Título original: Heroic Leadership (2003). Escrita y publicada en inglés. La traducción y primera edición en español es de 2005. La traducción de: Jorge Cárdenas Nannetti.