24 de octubre de 2011
Fuente: La Crónica
Desde la óptica del Instituto Federal Electoral, el proceso electoral federal 2011-2012 implica enfrentar, al menos, los siguientes cinco retos.
Leonardo Valdés Consejero Presidente del IFE |
Al 8 de octubre, todavía se tenían 5.26 millones de registros 03 que fueron excluidos por disposición de ley y que, si los ciudadanos con esas credenciales quieren ejercer su derecho al sufragio, deberán acudir a renovar su credencial para votar. Para ello, en los 100 días que dura la Campaña Anual Intensa estamos priorizando la universalización del voto y tenemos la meta de renovar, al menos 1.1 millones de registros en diciembre de este año. Alcanzar esa meta, nos llevará al listado nominal más grande de la historia electoral de nuestro país: casi 80 millones de posibles votantes.
El segundo reto es mantener los niveles de cumplimiento de la industria de radio y televisión.
Estamos en proceso de construir un nuevo reglamento de radio y televisión para atender el mandato constitucional de ser administrador único de los tiempos del Estado para efectos electorales. En tal sentido, y en cumplimiento de la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación del pasado 14 de septiembre, llevamos a cabo la consulta pública más amplia entre una autoridad electoral y los medios de comunicación, de la que se tenga registro.
Esta consulta representó solicitar, oficialmente, la opinión sobre una propuesta de reglamento a 2,319 concesionarios y permisionarios; a cinco organizaciones que los agrupan y a 21 instituciones públicas y organizaciones especializadas; publicar desplegados y generar un sitio en la página de internet del IFE para que los interesados conocieran directamente la información técnica en manos de la autoridad electoral.
Como resultado, al 14 de octubre recibimos 406 respuestas (336 de concesionarios y 70 de permisionarios) que representan a 2003 emisoras de radio y televisión; respuesta de cinco organizaciones que agrupan a permisionarios y concesionarios, (incluyendo a la CIRT, al sistema de radiodifusoras culturales indigenistas; al Sistema Nacional de Productoras y Radiodifusoras de Instituciones de Educación Superior, entre otros). También recibimos respuestas de la UNAM; IPN; Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía de la Cámara de Diputados; Dirección de Televisión Educativa de la SEP; Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación; Asociación Mexicana de Derecho a la información, así como de ciudadanos independientes.
Nuestra intención es que el reglamento sea una oportunidad para construir una nueva relación entre la industria y el IFE, como institución del Estado. Este reglamento deberá, en el marco de la legislación vigente, imprimirle mayor dinamismo a las campañas en beneficio de la ciudadanía, así como contribuir a la equidad en las contiendas, favorecer el derecho a la información, e impedir que los factores del mercado intervengan en las campañas electorales.
Confiamos en que el compromiso de los medios electrónicos con el estado de derecho y la gobernabilidad, permitirá mantener los niveles de cumplimiento en la transmisión de promocionales del 97%, en promedio, que logramos en 50 elecciones celebradas entre 2009 y 2011.
El tercer reto es que el contexto de inseguridad no afecte la capacitación, instalación y desarrollo de la jornada.
La historia de nuestro país demuestra la convicción de los mexicanos para vivir en paz y con estabilidad. Las elecciones federales de 1994 y las locales de 2010 y 2011 han ratificado que somos una nación comprometida con la democracia.
A nadie escapa que se han presentado factores de inseguridad y amenazas al pacto social en ciertos lugares del país, y que incluso algunos de ellos han impactado directamente en los procesos electorales (como en Tamaulipas en 2010). No obstante, las jornadas electorales han transcurrido sin mayores incidentes y con niveles de votación similares o incluso superiores a los experimentados previamente.
Por lo anterior, esperamos que, una vez más, todos los actores sociales distingan las actividades de la democracia, que son universales y en beneficio de la nación y la estabilidad política.
El cuarto reto es que el voto de los mexicanos en el extranjero en 2012 contribuya a consolidar nuestra experiencia de democracia transnacional.
En la medida que el derecho a votar es un derecho fundamental que trasciende las decisiones del Estado, es una prioridad diseñar las condiciones que faciliten a los mexicanos ejercerlo sin importar el lugar donde residan. Por ello, hemos simplificado los trámites, eliminado el costo de los envíos para favorecer una mayor participación, y estamos realizando una difusión focalizada que disminuya los costos y sea más efectiva.
Para la democracia mexicana es trascendental que los resultados cuantitativos no sean el factor para medir el voto en el extranjero sino la ampliación del derecho al sufragio en un mayor número de connacionales. Pasar de la evaluación cuantitativa del voto desde el exterior a la evaluación cualitativa de la democracia transnacional, es una tarea de sensibilización y de derecho.
Además, el proyecto de voto desde el extranjero representa la prueba empírica de que, con planeación y coordinación adecuadas, las áreas ejecutivas y técnicas del IFE pueden alcanzar el objetivo de hacer más, con menos.
El quinto reto es la oportunidad y credibilidad de los resultados electorales
La experiencia reciente demuestra que en materia de resultados es necesario mayor transparencia y oportunidad.
Por tal motivo, en el proceso electoral en marcha estamos impulsando las medidas que nos permitan garantizar certeza y precisión en los conteos rápidos del IFE y el Programa de Resultados Electorales Preliminares.
Con apoyo de especialistas en informática y estadística, el IFE desarrollará las aplicaciones que nos posibiliten contar con cifras sobre la votación la noche de la jornada electoral.
Estamos conscientes que una mayor competitividad puede provocar que se recuente la votación en múltiples secciones, y que eso pudiera retrasar el cómputo distrital, pero dará mayor transparencia.
La ventaja que hoy tenemos frente al pasado es que contamos con las disposiciones legales y normativas que posibilitan tomar esa decisión en los consejos distritales y locales.
Recuento, transparencia y oportunidad serán las claves para que al concluir la jornada electoral, esa fiesta cívica se convierta en el regreso a la cotidianidad y el predominio de la gobernabilidad en los meses subsecuentes.
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